viernes, 14 de enero de 2011

El cansancio

El cansancio del alma por la búsqueda incesante de la felicidad, del bien, llega a calar en lo mas profundo del cuerpo y se manifiesta en un decaimiento, en una desidia. Todos en esta vida buscamos un estudio que nos guste y que nos capacite para vivir de ello el día de mañana. Nos esforzamos por alcanzar un titulo y luchamos por obtener un trabajo digno que nos permita subsistir. Que sucede cuando pasan los días, las semanas, los meses e incluso hasta años sin conseguir el trabajo anhelado? Nos cansamos de remar, de pelear contra los molinos de viento y desearnos terminar con todo y dedicarnos a otra cosa. Lo mismo pasa con nuestro deseos de tener un amor que nos quiera o alguien a quien amar, al principios estamos totalmente predispuestos para la búsqueda y nos "producimos" con nuestras mejores ropas y pensamos que esa persona que conocemos sera nuestro "amor" y cuando nos damos cuenta que no es esa persona la que nosotros tanto deseábamos, nos desilusionamos y así una y mil veces, hasta terminar en una completo desencanto y nos cansamos de buscar a nuestra media naranja. Así es como sucede en la vida con las metas que uno se propone cumplir, cuando luchamos y pensamos que nos estamos acercando a la meta y esta se corre un poco más y un poco más, cada vez más y siempre vemos como se aleja, como el horizonte. El resultado de esto es el cansancio del espíritu que sombrío y desgastado se quiere rendir, pero sacamos fuerzas de donde sean y la seguimos peleando porque al fin y al cabo merecemos ser felices.

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